sábado, 20 de octubre de 2018

Misivas secretas viajan a Venezuela

La instalación "Secreto", ubicada en la Organización Nelson Garrido, en Las Acacias, tuvo que levantarse de la terraza, cuando la brisa comenzó a desprender las cartas que caían al suelo presurosas. Otras volaban más lejos y estaba el riesgo de que se perdieran. Algunos sobres parecían derretidos en la humedad...

Pero los secretos siguen congelados dentro.

Secretos en inglés, en español, en chino, en árabe, porque son las cartas selladas de voluntarios en distintas partes del mundo, que tienen el coraje de desprenderse de una gran verdad que hasta el momento ha existido sólo para sí mismos.

María Luisa Portuondo Vila, está viajando desde hace dos años recolectando los mensajes que no tienen un destinatario definido. Aspira alcanzar más de 3.000 secretos y en promedio acumula 100 en cada viaje. Ella estima que lleva la mitad de la meta. La verdad que allí subyace, si algún curioso quiere conocerla, requiere del compromiso de develar un propio secreto. Es una experiencia de liberación colectiva.

Desde el viernes ha estado en Caracas y parte el lunes a Colombia (Cali),  irá también a Brasil (Sao Paulo) y a Argentina.          
 
Portuondo es una artista chilena, cuyo resorte de inspiración saltó justamente de descubrir un secreto familiar vinculado con su padre. Lo que a ella más le impactó no fue conocerlo, sino saber que había algo que a él lo atormentaba y que no había podido compartir con sus seres más cercanos. "Al principio el proyecto era algo anecdótico, luego lo fui elaborando como pensamiento estético. La hoja con la que te enfrentas es como un espejo de ti misma y la gente no olvida que contó ese secreto. Además, está el acto de escribir de puño y letra en esa carta, algo que se ha perdido actualmente, y que si te equivocas, allí queda el error. Pienso que lo que la gente entrega es lo más íntimo que tienen...".

Diez años le tomó madurar la idea que ha estado en españa (Barcelona), Italia, Estados Unidos, Londres, Austria, Korea del Sur, China, Alemania, Albania, España, Rusia, y en Vietnam no pudo llevar adelante su proyecto, porque se lo prohibieron. Y ahora regresa a sus raíces latinoamericanas, luego de pasar por Bolivia, Colombia (Medellín), Perú  y también aspira incluir a los países africanos y de Asia, para abarcar todos los continentes.

Los secretos vuelan y a la vez quedan en el anonimato.  Curiosamente, no es hábito de Portuondo leer el contenido de este equipaje artístico. "Es una información que no quiero retener, porque es una carga muy pesada". Sin embargo, este proyecto aspira ser en un futuro un libro con un estudio antropológico y sociológico, que estará a disposición en internet.

Estará abierto en la ONG este domingo, de 11 a 4 de la tarde, para aquellos que quieran participar. La dirección es: Avenida María Teresa Toro de las Acacias, entre calles Cuba y Centroamérica.

(Más fotos en instagram @ingervpr)





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