(Entrevista con el guitarrista y compositor Aquiles Báez, la cantante y solista Betsayda Machado y el bajista Gustavo Márquez)
En fecha de San Juan, 24 de Junio de 2015, la voz de Betsayda Machado va descendiendo por el escenario sin micrófono, el público la busca sin hacer ruido, ve su colorido traje, escucha su garganta potente y cristalina en ese llamado que suena a Barlovento, a miles de voces en una sola, a suelo que truena bajo los pies y nos dice ésta es nuestra tierra.
En fecha de San Juan, 24 de Junio de 2015, la voz de Betsayda Machado va descendiendo por el escenario sin micrófono, el público la busca sin hacer ruido, ve su colorido traje, escucha su garganta potente y cristalina en ese llamado que suena a Barlovento, a miles de voces en una sola, a suelo que truena bajo los pies y nos dice ésta es nuestra tierra.
Así fue la noche del bautizo de San Miguel, la más reciente producción de
Aquiles Báez Trío y el segundo disco como solista de Betsayda Machado (El
primero fue Ebano y Marfil, 2009, con el pianista César Orozco), una noche
llena de energía, de emoción, de espiritualidad. Un efecto que en cada nuevo
escenario en el que se presentan se multiplica y que, inclusive en los niños,
genera un frenesí.
Betsayda Machado. Foto: Elvira Prieto. |
Y su voz no podía estar mejor acompañada que de un guitarrista del nivel de
Aquiles Báez, el gran baterista Adolfo Herrera y en el contrabajo, un joven que
también se abre paso rápidamente en los escenarios, como es Gustavo Márquez. Tres
de ellos acudieron a la cita para hablar del disco San Miguel (Adolfo no se
encontraba en Caracas ese día).
Betsayda: Se podría decir que el disco San Miguel
comenzó a pensarse desde el año pasado cuando estuvimos en Expo Bilbao y parte
de ese repertorio se llevó allá. Pero sí quisiera decir que la canción San
Miguel, está dedicada a una comadre, que era mi prima, Osiris Jaqueline. Ella
murió en enero, con 46 años. Con ella yo aprendí a venerar a San Miguel, a
hacerle fiesta, llevarle los tambores. Casualmente, el año pasado no pudimos
celebrarlo, yo me fracturé el pié y ella también estaba complicada, entonces
dijimos, no importa, lo hacemos luego, en tu
cumpleaños. Pero cada una estaba con un itinerario diferente. No pude ir a su
cumpleaños, tampoco al cumpleaños de mi ahijada, y en enero tuvo un derrame
cerebral… Esa canción va en su nombre. Eso nunca se lo dije a Aquiles, lo que
sí le comenté es que la única hermana que he perdido, murió exactamente en un
día de San Juan, y creo que fue así para que no la lloraran…
- Hablemos de la relación entre música y religiosidad. La composición de
música para los santos y fiestas religiosas data de siglos en el mundo, pero
llama la atención que aún con el trabajo que se ha venido desarrollando en
Venezuela por rescatar cantos tradicionales, los santorales, sea en este
momento justamente cuando el público siente la música como un refugio, en donde
queremos recogernos, y orando a los santos, como en nuestras raíces...
Sincronía, energía, amor. Foto: Elvira Prieto. |
Yo no me puedo plantear hacer música sin fe, porque para mí la música es
una conexión con algo que puedes llamar Dios, o lo puedes llamar la naturaleza,
es una conexión con algo superior pero que está dentro de uno, no es algo
externo. Y la fe es esa energía que tenemos todos para tratar de ser mejores
seres humanos. Yo nunca me he planteado ser un virtuoso ni ser famoso, ni nada,
lo que me he planteado es hacer la música desde esa pasión por la música… ¿Qué
es lo que tiene este disco y que puede ser diferente a otros discos? Qué está
hecho con mucho amor.
Betsayda: Es así. Nosotros no planificamos cuánto
iba a durar una pieza, como iba a desarrollarse o cómo iba a terminar,
simplemente se dio el trabajo. Por ejemplo, el Canto de Pilón que hicimos de
Morella Muñoz, Aquiles dijo, tengo una idea, hay un pilón…, buscó la letra en la computadora y dijimos ¡Vamos a hacerla! Puse yo mi papel como solista en llevar el
ritmo, pero este es un pilón muy moderno…Se hizo el domingo en la mañana.
Después yo tenía una pieza que me dio un amigo margariteño, y la tonada de
nuestro amigo Nacho (Ignacio Izcaray). Hubo piezas que llevamos a Bilbao el año
pasado, y estaban medianamente trabajadas. A San Miguel le agregué unos versos
de un decimista que se llama Julio Ramírez, el libro se llama Por el sendero de ayer, y quiere decir por el sendero de hoy, de ayer y el
de siempre. Eso es lo que está allí, un compendio de colaboración de todos,
además el diestro Gustavo Márquez en ese bajo, demuestra su virtuosidad en el
solo que introduce San Rafael y de Adolfo, ¡ni se diga! Yo tiendo a bromear con
él, diciéndole que se le fortalecieron las piernas con este disco. No es fácil,
él es de rock, de pop, pero hay que ver ese trabajo de reunir en una batería
con un tambor culo e` puya y que requiere de tres percusionistas y él lo hace
todo con sus manos y sus pies.
Yo me aprendí este San Miguel de Los
Tambores de San Millán, de Carabobo, los amigos Nancy Hernández y Herman
Villanueva, que grabaron temas de República Dominicana, y entre esos está San
Miguel, ellos lo hicieron con un sangueo normal, y yo me lo traigo totalmente
diferente, tiene otra forma. Yo les pregunto a ellos ¿Y de dònde es ese San Miguel? Y ellos me dicen es de Latinoamérica, y yo les digo y ahora se va para
Barlovento, pero no se conocía.
Aquiles: la nuestra es una versión totalmente
diferente. Lo importante es que estamos en constante reinvención y eso es
positivo. Una de las cosas que me parece muy hermosa es que llega desde la raíz
y hasta estos tiempos, que es muy contemporánea.
- Gustavo, para ti debió ser un gran reto formar parte del trío de Aquiles
Báez.
Gustavo Márquez al frente. Foto: Elvira Prieto. |
Todo, lo que me encanta de este disco es que es imposible volver a hacerlo
igualito, hay una improvisación de la gaita de Tambora, que estoy seguro que no
va a volver a salir jamás, porque son cosas que surgieron de manera espontánea
y en una comunicación interna, sin hablar. Es como que yo hago esta línea
melódica que corresponde a tal cosa y Adolfo la va pensando a este ritmo, que
va a desembocar en aquello que es la intención de Betsayda…es un trabajo muy
intelectual.
Aquiles: Y de mucha conexión espiritual, porque a
veces ni hablábamos, no decíamos nada.
Gustavo: Es una fotografía única, nos enfocamos más
en la parte energética, en la parte del corazón.
Aquiles: Para que sucediera todo esto tiene que
haber un conocimiento: Betsayda viene del mundo más folklórico, pero nosotros
los tres también hemos pasado por el mundo folklórico, pero tú no puedes hacer
eso si no tenemos conocimiento de los géneros venezolanos. Cómo entender el
tiempo y el espacio, sobre todo de la música afro.
Gustavo: Por ejemplo yo nunca había escuchado San
Miguel, ni la letra. Y Betsayda empieza a cantar la melodía y Aquiles comienza
a acompañarla, yo no sé si él ya lo había escuchado antes, y yo comienzo a
seguir los acordes que estaba haciendo Aquiles, y Adolfo empezó con un ritmo de
acuerdo con la melodía, se decidió de manera sola el sangueo, que es una parte
de la procesión del santo.
Betsayda: De Gustavo fue el aporte de que terminara Ay, Dios.
Aquiles: Hay muchos aportes colectivos, hay una
marca que es Aquiles Báez Trío, pero los cuatro fuimos parte de esa explosión
creativa que pasó en los ensayos previos y en la misma grabación. Es una
comunicación y todo el mundo va aportando ideas y a veces viene esa propuesta
sin la necesidad de la palabra. Hay piezas que se hicieron en una sola toma,
como la gaita de tambora, el llamado de San Juan.
No sabíamos que íbamos a tocar antes de empezar eso. De repente decíamos
vamos a meterle unos culo e’ puya y Betsayda ponía una cara de que ¡estos tipos están locos! ¡Y qué voy a hacer yo? ¡Usted canta!
- ¿Se podría decir entonces que fue un disco de improvisación?
No, no…(dicen al unísono)
Gustavo: Fue más bien un disco de espontaneidad.
Aquiles: De espontaneidad y de conexión.
La fe por la música. Foto: Elvira Prieto. |
Aquiles: Gustavo, Adolfo y yo somos unos músicos
que pensamos como percusionistas. Yo se lo digo a mis alumnos es que yo no
pienso como guitarrista sino como percusionista, es entender ese ritmo de
percusión en la guitarra, mi mano derecha es de cuatrista, pero la aplico a la
guitarra y utilizo muchos elementos de percusión que le dan una paleta
diferente…el camino se me abrió por ese lado.
-Cuando ustedes pusieron fecha para grabar ese disco, ¿qué tenían? ¿cuál
era el plan?
Aquiles: como cinco piezas nada más. San Rafael, El
Calipso, los cantos a capella, la lavandera. Pero por ejemplo, el Pilón salió
en la grabación, el llamado a San Juan se inventó en el estudio y si hubiéramos
estado dos días más, hacemos otro disco, de hecho estaba pensando que debemos
hacer otro disco pronto.
-¿Y de qué será?
Aquiles: Cónchale, esto no se lo he dicho a ellos
aún, pero estoy pensando que sería interesante hacer un disco de música de la
conexión africana en toda Latinoamérica, que va desde la chacarera, la música
afroperuana, la cumbia, por ejemplo produje una cumbia que se llama La muralla,
y para eso me he estado estudiando lo que hace el llamador de la cumbia en la
guitarra...
Gustavo: tun tugun, turugun...
Aquiles: …y la tambora gun gun
gun…gun…GUM……..gun………..GUM.
Gustavo: me voy a poner a estudiar y leer…
Aquiles: Cuando tú vas a la historia te encuentras
que Valledupar, que es de donde viene el vallenato, eso está en la Goajira, y
que históricamente primero era venezolana.
Betsayda: En mi casa tengo como una reliquia un disco de Aquiles Báez y su
Platabanda, y ese disco de Aquiles tiene cosas que a mí me gustaban mucho, allí
cantaban Huguette Contramaestre, Taumanova Álvarez ¿Cierto? (Nancy Toro
también)…y nunca me planteé que años después yo iba a hacer esta hermosura de
disco, que simplemente se dio. El disco nació de esos dos días que nos metimos
en el estudio, sin planificar que iba a ser afro.
-Aquiles, ¿durante el concierto de bautizo del disco, tuve la impresión de
que se te aguaron los ojos, cuando alguien del público llevó del escenario a la
tarima una bandera de Venezuela?
Aquiles: La música genera una emoción, y pienso que
lo que pasa acá es algo muy poderoso en cuanto emoción, primero que es una
música hecha con amor, no está hecha pensada en venta, para pegar en la radio,
por el ego para hacer algo complicado, está hecho con mucho respeto por la
energía que genera la música. Es la energía de cuatro personas que se vuelven
una en un momento. Eso es muy contundente. Y cuando se suma Nereyda (hermana de
Betsayda) a los coros es un aporte maravilloso y en el concierto también hubo
unos metales. (Ana Isabel Domínguez y Rafael Pino también estuvieron en el coro
durante el bautizo del disco).
Pero en estos últimos conciertos también sigue la energía. Y yo creo que
con este proyecto yo puedo estar tocando diez veces al mes y soy feliz. Hay
proyectos que cansan, este es un proyecto que me emociona. El otro día
estábamos ensayando y Betsayda arranca a cantar y Adolfo lanza la baqueta y le
dice Coye, Betsayda, ¡Cómo me haces eso en un
ensayo! Porque pasa esa energía y esa magia. Esta
negra es impresionante, arranca y nosotros nos quedamos intimidados. Y ella es
un referente de la música venezolana. Y yo creo que hay que darle el espacio
que ella se merece. ¿Qué es lo que hicimos con San Miguel? En cierta forma,
darle ese espacio, y además seguir trabajando y seguir generando ideas, para
ser mejores y que la música fluya de esa forma.
Betsayda: En el bautizo de San Miguel estuvo Eddy Marcano. Y él me dijo: Mire comadre, usted me hizo llorar, y yo le voy a decir algo, allí bajaron
todos esos santos ¿oyó? hasta La Chinita que no está en el disco estuvo
presente, ¡usted me partió el corazón en ese concierto, Comadre!
Aquiles: Javier Casas que es nuestro ingeniero de sonido,
me estaba diciendo en el Festival de Jazz del Hatillo: ¡Tú no tienes idea de lo vuelta loca que estaba la gente!, él público estaba frenético, nosotros no lo sentíamos tanto porque esa
tarima es algo distante y estábamos concentrados tocando, pero que chévere que
estamos generando este acercamiento con la gente, porque definitivamente hay
que darle opciones de calidad, hay que darle música que tenga que ver con la
calidez y no con las modas, que se encuentre con su identidad…
Una de las cosas que me sorprende de este disco es que se vuelve loco a los
niñitos. Aquilito, mi hijo, por ejemplo, y también voy a casa de una
amiga, Roraima, que tiene dos niñitos, uno de año y medio y otro de tres años,
y están vueltos locos con el disco; y Javier Casas me dice, mis hijas están enloquecidas con el disco. Entonces me pongo
a pensar: un momento, ¿qué pasa? ¡Aquí hay algo interesante! Los niños
sienten la energía de una forma que no la sienten los adultos. ¡Qué iba a
pensar yo que los niños estarían enloquecidos con música afrovenezolana! Hay
que generar mayor estructura de calidad y en eso todos somos responsables, la
mediocridad existe porque mucha gente la avala o la soporta…
-¿Y qué planes tienen para este 29 de septiembre, día de San Miguel?
Aquiles: Yo estaré llegando ese día a Madrid (va a
un concierto con Aquiles Machado, con el programa de La canción de Venezuela).
Betsayda: Te irás con la bendición de San Miguel.
****
El fotógrafo venezolano David Maris estuvo acompañando a Betsayda en
ensayos y conciertos para hacerle este video que forma parte de su proyecto Retratos Movidos. (vea este enlace).
En este enlace el video elaborado durante la grabación del disco: San Miguel. De Guataca Producciones.