"Los diseñadores somos una especie de francotiradores de imágenes".
"Sólo son tres segundos el tiempo que se toma una persona en ver un cartel".
"Cuando una cosa es buena el tiempo no la afecta, los diseñadores creamos moda, porque buscamos lo original".
Cartel en homenaje al POP ART: representación de Andy Wharhol, Roy Lichtestein y Alexander Calder, con un autorretrato de Pol a partir de su cédula de identidad de los años 90. |
Pol es considerado uno de los mejores 250 diseñadores gráficos del mundo, por la organización Cato Brand Partners, dirigida por el australiano Ken Cato, Premio en Leipzig por su cartel Cine por La Paz del Mundo (1982), Premio Nacional de Artes Plásticas (2001), y fundador de la carrera de Diseño Integral en la Universidad Experimental de Yaracuy, Uney, de la cual también fue su coordinador ente 2001 y 2013.
Cuando Santiago Pol estaba en proceso de elaboración del afiche de Cine por la Paz del Mundo, ya tenía una paloma de mascota llamada Homero. Antes de que él dispusiera de la toma, la paloma se posó de forma natural sobre el nido de películas. "No es photoshop, es una foto natural sin filtros ni montajes digitales. Esa fue la lección más hermosa de mi vida en lo personal y en lo profesional, pues de ella aprendí que el mejor diseño es el más natural. Gracias a ella gané una Medalla de Oro en un país que ya no existe la República Democrática de Alemania y esta medalla tiene el relieve de una paloma cuyo diseño es de Pablo Picasso".
Llegar al MOMA
Recuerda Santiago que en los años 70 el equipo de diseñadores del Consejo Nacional de la Cultura (Conac), al cual pertenecía, generaban un promedio de 16 carteles al mes, pero en Venezuela nadie se refería a este trabajo. "Queríamos saber si en nuestra obra había comunicación visual, así que enviamos afiches a diferentes instituciones a nivel internacional. En menos de dos meses, todas nos respondieron".
Por esta experiencia, el trabajo de Pol también se conoció en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, Moma, y una de sus obras se encuentra en esta colección. Curiosamente, mientras estaba en su luna de miel, decide visitar el museo para llevar uno de sus carteles, pero la oficina a la que se dirigía estaba cerrada por remodelación. Mientras trataba de explicarle al vigilante la situación, con el cartel en sus manos, un empleado escucha su nombre e inmediatamente lo reconoce, y le permite ingresar a las oficinas que hasta ese momento le estaban vedadas.
Intimidades
Llegar al MOMA
Recuerda Santiago que en los años 70 el equipo de diseñadores del Consejo Nacional de la Cultura (Conac), al cual pertenecía, generaban un promedio de 16 carteles al mes, pero en Venezuela nadie se refería a este trabajo. "Queríamos saber si en nuestra obra había comunicación visual, así que enviamos afiches a diferentes instituciones a nivel internacional. En menos de dos meses, todas nos respondieron".
Por esta experiencia, el trabajo de Pol también se conoció en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, Moma, y una de sus obras se encuentra en esta colección. Curiosamente, mientras estaba en su luna de miel, decide visitar el museo para llevar uno de sus carteles, pero la oficina a la que se dirigía estaba cerrada por remodelación. Mientras trataba de explicarle al vigilante la situación, con el cartel en sus manos, un empleado escucha su nombre e inmediatamente lo reconoce, y le permite ingresar a las oficinas que hasta ese momento le estaban vedadas.
Intimidades
1980. Condicionamiento Pavloniano para que los peces salieran a flote: |
También trabajó para el mimo francés Marcel Marceau, y en particular con la Fundación que operaba desde Venezuela. Durante una rueda de prensa en una de sus visitas, el artista le dice a los periodistas, "por qué me preguntan a mi, aquí ustedes tienen a Santiago Pol...". Y se fue en cumplidos hacia su trabajo, ocasión que le hizo entender que estaba preparado para las críticas, pero nunca para los halagos.
El afiche de un espermatozoide que fecunda el óvulo del desarrollo fue analizado en una cátedra de diseño de una universidad estadounidense. La profesora le envió a Santiago Pol el informe con los resultados semánticos. "Dijeron exactamente lo que yo quería expresar en mi propuesta gráfica. Tuve que hacer alrededor de 950 versiones en boceto manual de los espermatozoides, y finalmente el arte final mide dos metros de largo evidentemente porque no lo hice en computador, hoy lo podría hacer tranquilamente a tamaño carta".
Cuando le pidieron reflejar en un afiche el cambio climático, Santiago Pol optó por el recurso de los colores y el dibujo. Representó cielo, tierra y agua, con los animales en su hábitat, y el mismo escenario con el recalentamiento global.
Durante un festival de cine venezolano en Francia, Santiago recurrió al tradicional queso Camembert como para que los franceses se comieran nuestras películas. "Para mi satisfacción, este cartel se pegó en algunas calles de París y me comentaron que los parisinos entendieron lo que quería decir. Esto confirma una vez más aquello de que el cartel es un lenguaje visual internacional. Para mí, diseñar un cartel es una cátedra de comunicación visual a nivel de calle, para todo público, para mi un cartel es una manera de provocar la imaginación del transeúnte, dejando un coñazo en ojo que tatúa un hematoma en el cerebro. El diseño gráfico de hoy no es ilustrativo sino conceptual porque invita a pensar, la imagen no es esclava del texto sino un complemento subjetivo", explica Pol.
Esta serie gráfica se vale de las manos para interpretar los postulados fundamentales de la UCAB, solidaridad, excelencia, pensamiento crítico. Aún las imágenes se preservan en los módulos de la edificación, y algunos alumnos reconocen el nombre de este diseñador gráfico venezolano, principalmente por esta obra.
Homenaje al diseñador uruguayo Carlos Palleiro, residenciado en México. |