Apostar
a una voz nueva no siempre es fácil. Pero en este caso, no se trata de una voz
tan nueva, si se conoce de su trayectoria como trompetista, y más si le robó el
aliento al público que la escuchó cantar y tocar, simultáneamente, Qué vale más
y Tonada del Tormento, de Simón Díaz, cuando se realizó el I Festival Caracas
en Contratiempo, en julio pasado, organizado por Ernesto Rangel y Aquiles Báez,
bajo el sello de Guataca Producciones.
Esta
vez, Linda Briceño volvió al escenario para bautizar su primer disco (curiosamente
se llama Tiempo) y la sala prácticamente llena auguraba por sí misma el éxito
de la noche.
El
disco está compuesto por nueve canciones de su autoría, una de ellas compuesta
cuando apenas tenía 11 años, y tres
temas que han atraído la atención hacia ella por su particular interpretación,
uno de ellos ya citado, Tonada del Tormento, Vengo de esta Tierra, de Aquiles
Báez y el bonus track, Bésame Mucho.
Le
acompañaron esa noche excelentes músicos, comenzando con el recién galardonado
con el Grammy Latino, el Negro Diego Álvarez, en la percusión y también en el
dúo del tema “Sueño latino” (en el disco la acompaña con Águilas). Al momento
de presentar a Diego, quien además heredó de su madre Morella Muñoz la pasión y
el talento por la música, Linda no evita los detalles de la amistad que los
une: “Me acompañó todo el día en los trámites para sacarme el pasaporte…”. Y
así como elogia a su percusionista, lo hace con cada uno de los músicos que la
acompañan esa noche, Adolfo Herrera, en la batería; Rodner Padilla, en el bajo;
Gabriel Chakarji, en el piano, Pablo Gil, en el saxo;
Jorge Glenn, en el cuatro, Noel Mijares y Armando Lovera. En el coro, Carmela
Ramírez, Marianni y Hana Kobayasi. En la dirección, David Wilolo, entre otros
cuyos nombres se me escapan. Menos el de Leonard, un músico de Valencia, estado
Carabobo, a quien conoció a través de las redes sociales, con quien también
hizo dúo.
Linda
empacó maletas no hace mucho. Se fue a continuar su formación musical en Nueva York, al obtener
una beca de estudios en la New School of Music…
Y para
quién no conozca a esta artista, les hago un resumen de mis referencias:
Es
hija de Andrés Briceño, el primer baterista que elevó el jazz con la mezcla de
los ritmos afrovenezolanos, y también descendiente de muchos músicos (su abuelo
y sus tíos…). Siendo aún muy pequeña asustó a su padre una tarde, cuando tomó
su trompeta mientras él dormía y el fuerte
sonido del instrumento le hizo creer que había un ladrón en casa. Desde
entonces, la trompeta es casi que una extensión de sus brazos. Pero además,
Linda toca muy bien el piano y también la guitarra…No me extrañaría que también tenga dotes de percusionista. A sus 24 años, ya se le conoce por dirigir la “Simón Bolívar Big
Band Jazz”, agrupación que ha permitido compartir
con maestros de este género como Duke Ellington, Ella Fitzgerald, Dizzy
Gillespie, Tito Puente, Arturo Sandoval, Juan Luis Guerra y una larga lista de
figuras emblemáticas de la música. Tocar junto al gran trompetista, compositor
y arreglista estadounidense de jazz, Wynton Marsalis, le abrió las puertas a
nuevos escenarios internacionales .También vale decir que en el año 2011
fue nombrada “Líder Juvenil Mundial” por el Foro Económico Mundial de Davos,
por su labor como músico y el desarrollo de estrategias para el emprendimiento
en los jóvenes.
“A
través de la música tengo un mensaje importante que dar. Muchas personas se
preparan durante toda su vida, van a la universidad, se casan, compran un
perro, y todavía no saben qué quieren. Yo solamente tengo un mensaje que dar y
es sólo a través de la música. La música es ese escenario que tienen acceso a muchas personas, incluso
los políticos envidian el escenario que tenemos los músicos… “, así explicaba
Linda Briceño la confianza que tiene en su talento, durante una entrevista a
CNN. Y de esa conversación vale otra
sentencia: “Estoy esperando a que la
oportunidad se consiga con la preparación... Tenemos que empezar a prepararnos
y en ese camino uno se consigue con la oportunidad, el mundo necesita de
jóvenes preparados, necesita de mejores programas de educación, nunca sobra el
arte, es totalmente necesario el arte hoy en día”.
Y
coherente con esa inspiración, uno de sus composiciones tararea “Dame una oportunidad”.
Linda
se fue a Nueva York para dar el gran salto en su carrera, pero regresó a
Caracas, para dejar su primer disco como solista, entregada al público que la
vió crecer. El mejor gesto de la noche agradecer a cada uno de los que fueron a
celebrar su música, obsequiándoles el disco. “Lo único que les pido es que si
les gusta, no lo copien o lo quemen, sino que salgan a comprar otro y se lo
regalan a un amigo o a un familiar en Navidad”.
Escuche una de las presentaciones de esa noche: Linda con Diego Álvarez: Sueño Latino
Escuche una de las presentaciones de esa noche: Linda con Diego Álvarez: Sueño Latino
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