El día del viaje, nuestro vuelo de Air France tuvo un contratiempo y no pudimos despegar. Los días iniciales de París estaban cancelados. Pero en un acuerdo con la aerolínea, los compensaríamos antes de nuestro retorno a Venezuela. El avión curiosamente, estaba lleno de chinos que harían escala en Francia para seguir su rumbo a oriente. Pero volvamos a París.
Era nuestro último día en la ciudad luz y no teníamos mucho tiempo para la "gira turística" que había planificado. La mañana comenzó lluviosa. Por mis despistes naturales nos fuimos al cementerio de Montmartre. Este error obligó a cambiar el itinerario y el cementerio de Montparnasse se quedó para la tarde. Sólo que al llegar, ya estaba cerrado. No había marcha atrás. Caminamos hacia el metro, y en un banco se encontraba acostado un mendigo. Mi hija y yo habíamos pactado que le dejaríamos un impermeable a la primera persona que lo necesitara. Y allí estaba ese hombre durmiendo, con un sombrero que le tapaba la mitad de la cara, pero que permitía ver una barba poblada y gruesa. Cuando me acerqué tuve la sensacion de que era muy parecido a Julio Cortázar, lo ví extremadamente alto. Allí dejamos el impermable, antes de que el hombre nos sintiera a su lado y corrimos. Recordé el entierro de un paraguas destrozado que protagonizaron La Maga y Oliveira...
Foto: Elvira Prieto |
Le explico lo que está pasando, que al día siguiente regresamos a nuestro país y que su libro nos recuerda a mi esposo y a mi hijo, ambos se llaman Hugo. También le explico que nuestro viaje había estado repleto de señales asociadas al siguiente destino. Y entonces ella abre sus ojos con sorpresa y nos muestra su marcalibros: es un dibujo del Salto Angel, y en letras destacadas Venezuela, fue el recuerdo de un viaje que ese mismo año ella había realizado al estado Bolívar.
Comencé a reir, a decirle de lo desilusionada que estaba por no haber podido ver las tumbas de Julio Cortázar y Jean-Paul Sartre, pero estas coincidencias me estaban despidiendo de ellos, estaban allí presentes, el individuo haciendo su propia existencia, partiendo de las subjetividades, hilvanando historias entre dos desconocidos. "Dime tú si esto no es existencialismo puro", le dije y ella se sonrió.
Para cerrar esta anécdota y como está dedicada a los hechos fortuitos y surrealistas como los que nos contaba Cortázar en sus historias, y por este día de despedidas permanentes, dejo este texto de J.C., hoy en día de recuerdos.
"Yo no sé, mirá, es terrible cómo llueve. Llueve todo el tiempo, afuera tupido y gris, aquí contra el balcón con goterones cuajados y duros, que hacen plaf y se aplastan como bofetadas uno detrás de otro qué hastío. Ahora aparece una gotita en lo alto del marco de la ventana, se queda temblequeando contra el cielo que la triza en mil brillos apagados, va creciendo y se tambalea, ya va a caer y no se cae, todavía no se cae.
Está prendida con todas las uñas, no quiere caerse y se la ve que se agarra con los dientes mientras le crece la barriga, ya es una gotaza que cuelga majestuosa y de pronto zup ahí va, plaf, deshecha, nada, una viscosidad en el mármol.
Pero las hay que se suicidan y se entregan en seguida, brotan en el marco y ahí mismo se tiran, me parece ver la vibración del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa nada del caer y aniquilarse.
Tristes gotas, redondas inocentes gotas. Adiós gotas. Adiós".
Felicidades es como hablar con una misma pero a la vez con todos me gusto!!!!!
ResponderEliminarMisión cumplida , tal como lo narraste , mis más sinceras felicitaciones. Es admirable. Por favor, observa en mi página de Facebook , una entrevista hecha a Julio por Joaquín Soler Serrano , hace ya algunos años, pro muy interesante, reveladora. Un abrazo
ResponderEliminarno pude descargar el libro :(
ResponderEliminar¿Cuál Soyed, L'homme qui rit? no hay enlace allí. Pero hay una página de bibliotecas virtuales, luego lo busco.
EliminarSi el libro al que te refieres es el de Knut Hamsum, ya actualicé el enlace. Gracias
EliminarFelicidades por tu blog, me encantó tu nota a Cortázar...
ResponderEliminarBesos,
Jeannette
Gracias a todos por sus comentarios
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