martes, 7 de junio de 2016

Las Meninas modernas de Francisco Marín


Voy a comenzar disculpándome con Miguel Triviño, artista que comparte la exposición Binomio-Café, en la Galería de Arte Florida con Francisco Marín, exposición que abrió el pasado mes de mayo y que estará abierta al público hasta el 9 de julio. Ciertamente, un café se disfruta más si es entre dos, y las propuestas de ambos artistas, totalmente diferentes, se combinan a la perfección, bajo el leiv motiv de este grano y la bebida.  Pero me disculpo, porque si bien el escenario es la dupla de la exhibición, y realmente su propuesta tanto pictórica como escultórica bien merece mención, y recomendación de ver, he preferido hablar más que de un artista, del tema que es recurrente en la obra de Francisco Marin: las Meninas y los Caballos Alados de Tarquinia.

Desde que Las Meninas, la obra más representativa de Diego Velásquez, fue pintada en 1656, muchos han sido los artistas que han propuesto variaciones sobre ese tema, entre ellos Goya, Picasso y Dalí. El catálogo de la exposición menciona a contemporáneos que de alguna manera también se han inspirado en ellas: “El desaparecido Secundino Rivera, Wladimir Zabaleta, Rafael Martínez, Francisco Bugallo, entre otros". Los referentes iconográficos se mantienen intactos después de 360 años, y siguen inspirando a artistas como Miguel Triviño y Francisco Marin, y a este último desde la técnica del collage. El colorido, la innovación de texturas y la diversidad de formas que pueden ser creadas a partir de un mismo concepto es lo que vuelve sugerente la visual que nos presenta: a veces un elemento tan cotidiano como un tique de metro, o una trama que resulta familiar entre encajes, un texto, o simplemente el pincelado, permite ver sin agotarse la nueva expresión de la imagen femenina.

(Esta obra fue mi preferida).
Pero también el pasado regresa con la interpretación de los caballos alados. Una mezcla de mitología con modernidad se traman en las dos piezas de mediano formato , una de las cuales ilustra esta nota. Las obras están realizadas en acrílico y collage, con soportes de tela, cartón y diversos papeles. 


Francisco, ¿Por qué el tema de las Meninas?¿Qué crees tú que permite renovar y modernizar el concepto de las Meninas en esta época y en este país?

En publicidad se utiliza recurrentemente un término denominado Licencia Creativa que permite adaptar un tema o situación universal o del inconsciente colectivo a un requerimiento en específico.

Venía desarrollando desde hace unos meses dos temas en paralelo, Las Meninas y El Café además de los Caballos Alados de Tarquinia (este último desarrollado desde 2014). Me gusta investigar, desmenuzar en detalle cada tema antes de desarrollar bocetos, bosquejos que me sirven para ordenar mis ideas. Los plasmo en llamados Cuadernos de Artista – de hecho son varios los temas que “cocino” en ellos - , los tomo, los desarrollo, les doy vuelta, los dejo descansar para luego retomar.

El tema de Las Meninas se concreta mientras conversábamos mi esposa y yo con un gran amigo y tutor, el también artista plástico y del ensamblaje Jesús Caviglia mientras nos tomábamos un café luego de salir de su exposición de ensamblajes.

¿Qué podrían estar haciendo, en los momentos de descanso, los personajes que estaban posando para el artista, que conversaban?, ¿qué bebían?, ¿qué pensaban?

Usualmente nosotros los venezolanos solemos usar el café cómo excusa para concretar citas o reuniones ya sean de trabajo, de amores, familiares, de amistades, de inspiración, de descanso entre jornada laboral, etc. Pautar o establecer un encuentro con un amigo suele ser acompañado con la frase “vamos a vernos y nos tomamos un café”.

La Licencia Creativa en este caso es obvia, pensar que  Velázquez y las meninas, en uno de sus tantos descansos en vez de tomar té degustaron más bien de un preciado, rico y sabroso café venezolano.

¿Escuché bien cuando dijiste que te tomó dos meses hacer toda la serie, y que lo que más te tomó tiempo fue preparar el soporte?

Fueron dos meses para producir las piezas que se exponen en la muestra “Binomio-Café” en la Galería de Arte Florida bajo la curaduría del sr. Carlos Maldonado Burgoin (AICA). Pero previo a estos dos meses, desde finales octubre del 2015 venía desarrollando ambos temas en paralelo junto con mis Caballos Alados de Tarquinia.

Por no disponer de tela en esos momentos ya venía preparando soportes de cartón y papeles varios.
Le presenté los bocetos al director de la Galería de Arte Florida, Sr. Pedro Luguercio, en el mes de febrero de este año, y casualmente él me dice que tiene un  proyecto homenaje al café con el otro artista plástico Miguel Triviño y me invita a participar.  Al aceptar la invitación, decidí unir los dos temas, Las Meninas y El Café.

La recurrencia de un personaje, aunque sean muchos en uno sólo (ninguna se repite) también hace una remembranza a Virgilio Trompiz... ¿Le preocuparía repetirse en un mismo tema?

No temo repetirme, ya que mi manera de crear es variado, retomo temas y los llevo un poco más allá; juego con la idea, deformándola tal vez, reinterpretándola nuevamente. Esto da paso a que la obra y sus personajes estén en constante evolución.

¿Cómo pasas del trabajo de diseño, ilustración y de publicidad al arte?

Después de veinticinco años entre periódicos y agencias de publicidad, tuve un accidente que me postró en cama por un año. Fue el plazo necesario para pensar y darme cuenta lo preciado y valioso que es el tiempo y aún más cuando la vida te da una segunda oportunidad. El tiempo es un tesoro. Venía dando largas a lo que desde hace rato el alma me pedía a gritos: Pintar, pintar y ¡pintar! Si bien a la publicidad, al diseño y a la ilustración le puse pasión y entrega en cada ejecución, es con la pintura y el arte que me siento pleno, porque hago lo que mi yo interno y mi espíritu me piden. Soy el creador de mis temas, de mis personajes y de mi paleta de colores.